La Tempura es una especie de rebozado japonés, y no es más que una mezcla de harina y otros ingredientes, según la receta y el paladar de cada quien, como pueden ser yemas de huevos, agua, cerveza, agua con gas, etc.
Con esta mezcla se elaboran platos, por lo general vegetales, sin embargo, también podemos tempurizar (como se dice actualmente en occidente) pescados y carnes, entre otros.
Hay dos versiones o teorías de su procedencia, la que tiene mayor aceptación es la de que la tempura, es de origen portugués y que los monjes se la llevaron para el continente asiático durante el siglo XVI, no obstante en Japón mantienen que Marco Polo es el responsable al llevarla a China.
En la actualidad encontramos incluso en las grandes superficies, la mezcla preparada, que con sólo añadirle agua con gas, es suficiente para obtener un buen resultado casero, en este caso, si desean prepararla en casa les doy el mejor truquillo, el cual radica en el cambio brusco de temperatura.
Les recomiendo que tengan la mezcla (espesa) en un baño de María de hielo o en la nevera un buen tiempo antes de introducir lo que quieran tempurizar, por ejemplo vegetales, que por cierto deben estar muy frescos y bien cortados, deben tener el aceite a una temperatura muy alta, a unos 180º C aproximadamente, de manera que cuando se meta el vegetal cubierto de la mezcla de tempura fría, cree una reacción inmediata, de esta manera no quedará enchumbado de aceite y con una excelente textura crujiente y sabrosa.
Para acompañar la tempura por lo general se realiza una especie de salsa llamada tentsuyu que se obtienen de una mezcla de dashi, soja y mirin, que la puedes hacer sin problemas, dependiendo claro está, de tu gusto, a mi personalmente me gusta agregarle un poco de jengibre que le brinda un buen toque...