Los atunes son peces de grandes
dimensiones, excelentes y rápidos nadadores que pueden alcanzar las 60
millas/hr. Todos los años los atunes cumplen su ciclo biológico y
migratorio que se caracteriza por un desplazamiento constante, ya que no
soportan los grandes cambios de temperaturas y buscan aguas superiores a
50º F en parte forzados por la necesidad del desove y con el instinto
salvaje de conservar su especie.
En estos viajes que encabezan los
ejemplares mayores, que pueden alcanzar unos 3 metros de longitud y
pesar más de 600 kilogramos, necesitan comer mucho ya que se encuentran
en su periodo inter-reproductor, por lo que un ejemplar de 2 metros
necesita comer 70 lbs.’ diarias, para lo que recorrerá unas 80 millas
aproximadamente para satisfacer su apetito. Su única meta es alcanzar su
lugar de puesta y en el camino ingiere todo lo que encuentra, esto se
conoce como “emigración del derecho”, por lo que el atún antes de
desovar se encuentra en su mejor estado, vigoroso, lleno de grasa, con
una carne estupenda y por supuesto muy apreciada por el mercado, por lo
que algunos pescadores dejan de respetar el ecosistema y capturan el
pescado antes de desovar para hacer su “agosto” sin pensar en que es pan
para hoy y hambre para mañana… Pero la demanda es grande!
El “atún de vuelta”, magro y fatigado
por la puesta, es de carne seca y poco apreciado gastronómicamente
hablando. En este corto período de tiempo dejan de alimentarse y llegan a
perder hasta el 35% de su peso original, por eso nadie lo quiere.
Son estas algunas de las razones por las
cuales el atún tiene una fluctuación de precio considerable durante las
diferentes estaciones migratorias, estas oscilan entre los $8 y los $35
la libra, dependiendo, claro esta, de la época, hay varios record de
ventas, casi todas en Japón, el último superó los $700.000,00 por una
pieza que casi pesó 600 libras.
La especulación del atún y las malas
prácticas aplicadas por pescadores sin escrúpulos y leyes de países que
hacen la vista gorda por intereses económicos han llevado a parte de
esta especie muy valorada por los amantes del sushi al peligro de
extinción.
*Si eres un verdadero Sushi
Lover y quieres seguir comiendo sushi por muchos años más NO pidas Atún
“Bluefin” y denuncia a los restaurantes que alardean de venderlo.
¡Si se puede hacer un sushi sostenible!